#12 Dime qué cantas y te contaré tu historia (parte I)
Capítulos de mi vida en forma de clases de canto y canciones
Repaso mis clases de canto de los últimos 10 años y me doy cuenta de que mi voz cantada siempre ha hablado más alto y más claro de lo que yo sabía expresar en ese momento. Más allá del entrenamiento vocal, aquellas canciones se convirtieron en un refugio y un espejo de lo que yo todavía no podía nombrar. Porque de eso se trata para mí: el canto como herramienta para transitar y procesar las emociones de cada experiencia.
En este texto, dividido en dos entregas, recorro seis capítulos de mi vida a través de algunas canciones que he interpretado en diferentes clases. El artículo explora cómo la música se convirtió en una herramienta para transitar vivencias y conectar con mi verdad.
Ciudad de México | ‘If You Want Me’ | Melancolía desplazada
En aquella época iniciática en un país nuevo, la banda sonora de Once me estremecía. Cuando el profesor de guitarra, que venía a mi apartamento una vez a la semana, me preguntó qué me gustaría cantar, le respondí con seguridad: If You Want Me, de Marketa Irglova y Glen Hansard.
Yo me encontraba muy lejos de experimentar el amor profundo y real de aquella letra. De hecho, vivía justo lo contrario: estaba desconectada de mí, buscaba complacer y anhelaba algo que no sabía nombrar. Sin embargo, sentía la melancolía de la protagonista como si fuera mía. Años después, lo entiendo como una premonición, una ventana hacia un deseo de conexión que ya habitaba en mí, a la espera de su momento. Que lo hubo.
Are you really here or am I dreaming
I can't tell dreams from truth
for it's been so long since I have seen you
I can hardly remember your face anymoreWhen I get really lonely
and the distance causes our silence
I think of you smiling
with pride in your eyes a lover that sighs
Boston | Canto multicultural | Liberación, alegría, tribu
Mi llegada a Boston supuso un volver a empezar en muchos sentidos. Era una ciudad que respiraba creatividad y yo necesitaba herramientas para desbloquear todo lo que estaba reprimido en mí. Encontré mi lugar en actividades diseñadas para fomentar la expresión personal: escritura terapéutica, teatro, cerámica, collage y, por supuesto, canto.
Una amiga me habló de Susan Robbins, una profesora muy especial que lideraba un coro de mujeres y un grupo de folk. "No necesitas experiencia," me dijo, "sólo ganas de conectar contigo misma y con las demás”. Me apunté de inmediato.
Cantábamos de oído canciones africanas, eslavas o celtas, dejándonos guiar por los ritmos de otras culturas. Arropada por la música y las voces de las compañeras, descubrí el deseado asiento de una pertenencia genuina. En cada respiración compartida, recordé los gestos de la libertad y la alegría, fragmentos de mí que parecían lejanos o perdidos, pero que aguardaban a que los reclamara. En las clases, imaginaba una hoguera en el centro de nuestro círculo que nos alumbraba y quemaba los dolores que contaba en consulta aquel verano.
Dejo aquí unas palabras de Susan Robbins, nuestra chamana gringa, que resumen lo que significa cantar en comunidad:
Singing in community is a powerful source of joy, celebration, and ritual for women around the world. The expressive and metaphorical process of creating unison and harmony while joining your voice with others is a powerful way to release stress, uplift the soul, transcend the personal and global challenges we face daily, and energize our beings.
Madrid | ‘Andar conmigo’ | Ilusión renovada
A pesar de la conexión que había sentido siempre al cantar, nunca había llorado. Hablo de llorar, no de unas lágrimas que se escapan. Yo acababa de regresar a España después de ocho años en América con la ilusión del nuevo comienzo en mi ciudad. Me enteré de un taller con el lema de reconectar con tu verdadera voz, con tu identidad vocal. El profesor me tocó las palmas con aquellos mensajes en su web sobre el autoconocimiento, la energía vital y la expresión personal.
En la primera sesión del taller, lloré tanto, que tuve que darme un paseo para procesar aquellos agudos que habían salido de mí. Identificar el potencial de mi voz me ayudó a conectar con mi potencial y la apertura a nuevas oportunidades después de tantas pruebas y errores en el extranjero. En la clase final, ya me había relajado para entonar la tierna Andar conmigo, de Julieta Venegas, que expresaba mi ilusión por la nueva etapa, además de mi deseo de conectar y compartir. Justo esos días, apareció alguien a quien dedicar la canción.
Hay tanto que quiero contarte
Hay tanto que quiero saber de ti
Ya podemos empezar poco a poco
Cuéntame ¿Qué te trae por aquí?No te asustes de decirme la verdad
Eso nunca puede estar así tan mal
Yo también tengo secretos para darte
Y que sepas que ya no me sirven más
Continuará.
Próxima entrega: Las últimas tres canciones que me acompañaron en este viaje vocal y emocional. ¿Qué música ha narrado los momentos clave de tu vida? ¿Qué historias guarda tu propia voz? ¿Qué canciones han sido el espejo de tu verdad?
Me encantaría leerte.
Te mando un abrazo.